La otra mirada



El colectivo de los nuevos fotoperiodistas encontraron un espacio donde por un momento se despojaron de ese oficio y dejaron las cámaras para pensar de lo que mas les apasiona: la fotografía como forma de expresión. Esto resulta paradójico para quieenes cámara en ristre recorre los pasillos de las redacciones de los diarios y revistas de un país que ellos cotidianamente los retratan en esos momentos de desborde de alegría como de violenta y aciaga. Como sabemos, son ellos los representantes de la opinión pública del día siguiente como fotoperiodistas en el momento de los hechos , ahora en número que sobrepasa los cuarenta se encontraron para enfrentar ese lenguaje periodístico que tal parce viene asfixiando esa pasión de pensar su tiempo a partir de la realidad que muchos se empeñan en llamarlo posliterario.

Se cansaron de responder en imágenes la pregunta de Zavalita?
Contagiados por esa inquietud de Martin Pauca los fotógrafos de los diferentes medios de comunicación abrieron esa caja de pandora de este oficio lleno más de pasión que de profesión. Las interrogantes no dejaron nadie en pie. Cómo enfrentar este mundo desde el fotoperiodismo cuando la realidad como hecho noticioso deviene efímero por el sentido de la actualidad?; cuál dimensión de nuestra realidad viene bullendo que falta mostrarlos en imágenes ya como reportajes, historias o ensayos? Porque la estetica de la vida cotidiana no siempre encuentra espacio en la prensa y tiene que migrar a las salas de exposicion para convivier con la estetica de salon? O es el lenguaje periodístico que deja pocos espacios cuando no asfixia la visión de esta nueva generación?. Las cuatro paredes del foto estudio en que se congregaron no fue restricción para desbordar en ideas sobre el oficio cuando vieron trabajos en video y fotografías de otros profesionales a quienes emular en este proceso de cambio que vive la humanidad. Este ha sido la primera de la saga de encuentros que prometen estos jovenes inquietos del fotoperiodismo que pretenden madurar no solo como testigos sino como actores creativos de este proceso de cambios que nos vamos acostumbrando.
De lo que estan seguros es que no se equivocaron. Saben el como pero estan buscando por donde si la prensa en general funciona como marcadores sociales de nuestra agenda pública: cuánto de esta agenda ha resuelto algunos problemas con las cuales deben lidiar cotidianamente como representantes de esa opinión pública, muchas de las veces esquiva a ojo de los demandantes? , digamos una vez más, estos jovenes como los veteranos son los que hunden sus pies en los hechos y en carne viva, aunque para el lector los enojos solo se ven en las fotos publicadas los fotoperiodistas las padecen en multimedia. Lo saben por la historia reciente como el de Huchuracay que no la vivieron pero la sienten por haber recorrido la memoria con el trabajo de sus predecesores.
Para nadie resulta novedad que tanto la foto fija como el video mantiene esa condición de realismos cuando nos referimos a los acontecimientos noticiosos en los diferentes medios de comunicación pero sabrán que ninguna universidad tiene una facultad o escuela de fotoperiodistas, sin embargo como ocupación profesional resulta un significativo 60 por ciento del contenido de un medio de comunicación escrita o internet.
Camino a casa sonaban las últimas palabras como lección de esta generación “estando en el corazón de la noche barranquina aquí sobraron ideas y no las chelas “, son las 0:30 de la madrugada del sábado.
Juan Ponce Valenzuela (Reportero Gráfico Diario El Comercio)

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